Revista Digital del Instituto Copesal

Por Carlos Cortés Como educadores no podemos tomar partido. Lo que nos corresponde es explicarle a nuestros alumnos, a sus padres y familiares, aún incluso a los profesores y personas que aportan valiosamente al colegio en diversos asuntos, cuáles son los criterios generales para que en forma libre, consciente, responsable, cada uno, en paz, opte o decida por la alternativa que mejor le parezca y sobre todo por la alternativa que a su real saber y entender sea más favorable para todos los miembros de la sociedad. El país vive momentos de gran agitación política y de polarización en uno o en otro sentido. No es extraño que en el seno de una misma familia se defiendan diferentes puntos de vista sobre lo que está pasando. No es extraño tampoco que muchos vivan indiferentes como si nada hubiera ocurrido ni estuviera ocurriendo en el país. En cuanto a lo primero, en cuanto a la defensa de nuestros puntos de vista es preciso tener en cuenta que la persona a quien nos dirigimos es un ser hum

No nos cansaremos de decir que el amor es la clave. Hasta creemos que ya, a estas alturas, todo el mundo sabe que esto es verdad. Los medios de comunicación lo han expresado de mil formas. Los líderes espirituales insisten en el amor en sus predicaciones. Profesionales de la salud, educadores, conferencistas, explican sus bondades. No obstante nadie se pregunta a estas alturas de la vida qué es el amor, en que consiste, cuál es la clave para amar. Pareciera como que enunciarlo fuera mas fácil que llevarlo a la práctica. No es posible hacer una exposición exhaustiva en unos pocos renglones, pero si es urgente que, nuevamente, tratemos de entenderlo particularmente en lo que se refiere al trato con nuestros hijos, con nuestros estudiantes. Una primera condición para amar es conocer. Es imposible amar sin conocer. Podríamos decir que entender este simple enunciado constituiría ya un avance significativo en el desarrollo de nuestra capacidad de amar. Conoce alguien, por ejemplo la altí

Por Carlos Cortes Deseo fervientemente que de alguna manera el mensaje de Bill Gates haya llegado justo a tiempo para darme una manito en cuanto a la diligencia que no he podido realizar desde hace 15 años, sencillamente porque a quienes he pedido ayuda tropiezan en el camino con toda clase de urgencias que mandan a la cola de sus prioridades, sin misericordia con mi propensión a la impaciencia, el favorcito que les estoy pidiendo y que consiste en que alumnos, profesores, directivos y padres reciban como suyo, de verdad, como suyo, este blog ( Boletín de acontecimientos, noticias y reflexiones ) que durante todo este tiempo vengo soñando con la intención de hacer de el una oportunidad para decirle a nuestros s hijos, estudiantes, compañeros, vecinos y amigos, cuánto los amamos y cuanto deseamos su bien y nos atrevamos a compartir con ellos nuestras buenas experiencias y la forma de evitar las malas sabiendo, como sabemos, que es la educación la que nos abre y amplía el camino de la sa